jueves, 26 de julio de 2007

¡Es hora de levantarse, querido!

Soñaste angelitos muy profesionales, que iban al grano jugando a los gangsters.
Dormís colgado en la rama, que soldaste con primor,
Y el carozo del asunto es tu temor, es sólo tu temor;
Que es tan puro y tan elegante, sentado en tu dedo muy almibarado.
A vivir que son dos días.
Descolgálos del laurel.
Nadie quiere tu secreto más que vos, nadie más que vos.
Tenés la licencia para envenenarnos.
Pensás con audacia consejos muy agrios.
Un caníbal desdentado, enseñando a masticar.
Tu negocio es muy difícil de explicar y fácil de enseñar...
Fácil de enseñar... Si dormiste bien.

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