miércoles, 2 de abril de 2008

El fenómeno fernet





Es la tercera bebida alcohólica del país. Vende 13 millones de botellas por año. Una de cada tres, en Córdoba. Historia de un elixir que llegó con los inmigrantes italianos y que hoy se exporta a América Latina.





La leyenda:

Se inicia con un habil alquimista anonimo lombardo que puso en infusion muchas hierbas aromaticas y medicinales en alcohol de alta graduacion, mezclalndo el liquido con un hierro candente, (de alli el origen de la palabra, que en dialecto milanes significa: "fer", hierro y "net" limpio).

Entre los varios ingredientes se hallaban: aloe, hojas de laurel, semillas de anis, naranjas amargas, albahaca, nuez moscada, azafran.

Para la historia el Fernet nace en 1845 con una receta de Bernardino Branca. Su composicion aun ahora es un secreto bien guardado, la receta cuenta con unas treinta hierbas, entre ellas quinina y genziana, calculadas con extrema precision. El Fernet es una infusion, de la familia de las quininas y de los amargos en general, y no un destilado, como el cognac o la grapa. Tiene caracteristicas que lo vuelven inimitable: hay que disponer de hierbas particulares, raices, bulbos, pistilos de distintos paises y dificiles de hallar. Una vez que las misteriosas hierbas se ponen a macerar en alcohol, aun no esta listo, es necesario una cuidadosa maduracion, en cubas de roble por un año, junto a otro alcohol, azucar y sustancias colorantes naturales.

A mitad del 800 se lo usaba como anticolerico.



El fernet entró al país por el puerto de Buenos Aires. Los inmigrantes italianos que desembarcaron a principios de siglo venían con sueños para cumplir y una botella de la bebida lista para descorchar. Ante el menor mareo en el barco, la mínima indigestión o bien para “potabilizar” el agua criolla, los “tanos” acudían a su botellita multipropósito. La fórmula de “Dino” Branca, que en 1845 se vendía en un frasco con gotero, “vicino alla chiesa di S. Tomaso” (vecino a la iglesia de San Tomás) cruzó el mar, se quedó y formó una gran familia.



El año pasado se produjeron 11.150.775 de litros de fernet –2 millones más que en 2001–, y para este año se espera una producción de casi 13 millones. Semejantes cifras ubican al elixir italiano en el podio de las bebidas alcohólicas con mayor crecimiento de venta en el país y como el tercer facturador en lo que a brebajes alcohólicos se refiere. Según datos de la Cámara Argentina de Destiladores Licoristas (del segundo trimestre de 2004), el fernet llevaba vendidos 27 millones de pesos contra sólo 13 del rubro de aperitivos y vermouths.


El primer y segundo lugar de consumo alcohólico en la Argentina está reservado para el vino y la cerveza. Mientras que de la rubia y morocha espumosa se producen 12 millones de hectolitros anuales –según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación-, el vino despachó 11 millones, de acuerdo al Instituto Nacional de Vitivinicultura, después de haber perdido, a manos de la cerveza, un 10 por cierto del mercado. Pero esa es otra batalla.

En las góndolas de los supermercados se pueden encontrar más de veinte marcas diferentes con distintos niveles de precio y calidad. Aunque ha recrudecido en el último tiempo, la batalla del fernet se libra en tres franjas diferentes. Están los importados, como el Martini que viene de Italia y, entre los nacionales, hay dos segmentos bien diferenciados. En la franja denominada “premium” están Branca y Cinzano, y luego aparece una decena de marcas de precios más bajos.


Aquella bebida, que hace varias décadas estaba en la casa de los abuelos italianos más cerca del botiquín que de la despensa, no sólo superó las mesas familiares y de los bares, que lo tenían como uno de sus principales aperitivos. Como componente de distintas combinaciones, el fernet supo ganarse también un espacio en la barras de las discos bajo nombres como “90210” o “Poncho Negro”. También en sus versiones listas-para-tomar (alguna de las marcas más populares son Fernando y Fernuco) el ex digestivo aspira a convertirse, por consumo y presencia nocturna, en la nueva bebida nacional.

2 comentarios:

Cabezon dijo...

prefiero el daikiri de frutilla

Naita dijo...

justo vos